Tarta Fría de Limón y Galleta (sin horno): Un Postre Refrescante y Cremoso para el Verano
En mi casa, los veranos siempre huelen a limón. Recuerdo cómo mi abuela, en las calurosas tardes andaluzas, sacaba de la nevera su famosa tarta fría de limón y galleta. Era su forma de refrescarnos y de reunirnos a todos en la cocina con sonrisas. Esta receta, sin horno, es tan sencilla y deliciosa que te prometo que se convertirá en un básico de tu verano.
¿Por qué te encantará esta tarta fría de limón y galleta?
- Fresca y ligera, ideal para los días calurosos.
- Sin horno, perfecta cuando no quieres añadir más calor a la casa.
- Solo con ingredientes básicos que probablemente ya tienes.
- Versátil, puedes hacerla en molde grande o en vasitos individuales.
- Apta para todos, con opciones veganas y sin lactosa.
Ingredientes para la tarta fría de limón y galleta (molde de 20 cm, 6 porciones)

Para la base:
- 200 g de galletas tipo María o digestivas
- 80 g de mantequilla derretida (puede ser vegetal)
- Ralladura de 1 limón (opcional)
Para el relleno:
- 400 g de leche condensada (puede ser vegetal)
- 200 ml de nata para montar o crema vegetal para postres
- 120 ml de zumo de limón natural (2-3 limones)
- Ralladura de limón al gusto
- Opcional: 1 sobre de gelatina neutra o agar-agar si deseas textura más firme
Para decorar (opcional):
- Ralladura o rodajas finas de limón
- Hojas de menta
- Virutas de galleta
- Nata montada
Paso a paso: Cómo hacer esta deliciosa tarta fría de limón y galleta
1. Preparar la base de galleta
- Tritura las galletas hasta obtener un polvo fino. Puedes usar un procesador o meterlas en una bolsa y golpearlas con un rodillo.
- Mezcla con la mantequilla derretida y la ralladura de limón si decides usarla.
- Vierte en el molde y presiona con una cuchara para formar una base firme y pareja.
- Refrigera al menos 20 minutos.
2. Mezclar el relleno cremoso de limón
- En un bol, mezcla la leche condensada con el zumo y la ralladura de limón. Verás cómo espesa gracias al ácido cítrico.
- Aparte, bate la nata bien fría hasta que esté semi montada (textura espumosa pero no firme).
- Incorpora con movimientos envolventes la nata al bol de limón y leche condensada.
- Si decides usar gelatina: hidrátala como indican las instrucciones, caliéntala ligeramente y añádela con cuidado a la mezcla.
3. Montaje y enfriado
- Saca la base del refrigerador y vierte el relleno encima.
- Alisa la superficie con una espátula.
- Lleva al frigorífico al menos 4 horas (idealmente, de un día para otro) para que cuaje bien.
4. Decoración final
- Antes de servir, decora con ralladura de limón, rodajas finas, hojas de menta o lo que prefieras.
- También puedes espolvorear galleta triturada o añadir una nube de nata montada.
Consejos para una tarta fría de limón y galleta perfecta
- En vasitos individuales: más fácil de servir y presentar, ¡perfecto para invitados!
- Versión vegana o sin lactosa: usa leche condensada vegetal y nata vegetal (hay muchas opciones disponibles).
- Más intensidad de sabor: si te encanta el sabor ácido, aumenta el zumo de limón o reduce un poco la leche condensada.
- Para textura más firme: añade gelatina neutra o agar-agar (especialmente útil en días muy calurosos o si vas a transportarla).
- Molde desmontable: facilita el desmoldado y la presentación final.
Variaciones de la tarta fría de limón y galleta
1. Con yogur
Sustituye parte de la nata por yogur griego natural. Obtendrás una textura más ligera y un sabor láctico muy fresco.
2. Con frutas
Agrega una capa de frutas frescas como fresas o arándanos por encima para aportar color y textura.
3. Con base de frutos secos
En lugar de galletas, prueba con una mezcla de almendras y dátiles triturados. Ideal si buscas una versión más saludable.
Beneficios del limón: mucho más que sabor
El limón no solo refresca. También es rico en vitamina C, antioxidantes, y tiene propiedades digestivas. En esta receta, su acidez es clave para espesar el relleno sin necesidad de cocción.
Cómo conservar tu tarta
- En la nevera: hasta 4 días, cubierta con film transparente.
- No apta para congelar: al descongelarse puede perder textura.
¿Con qué acompañar esta tarta fría de limón y galleta?
- Café frío o té helado
- Copa de cava o vino espumoso
- Infusión de menta o hierbabuena
Una tradición familiar que perdura
Cada verano preparo esta tarta fría de limón y galleta al menos una vez. Mi abuela la hacía con leche condensada casera y me dejaba decorar con hojas de menta de su jardín. Hoy, es mi hija quien me ayuda a montarla. Cambian los tiempos, pero las recetas que nacen del corazón… esas perduran.
Conclusión
La tarta fría de limón y galleta es mucho más que un postre sencillo y veraniego. Es una receta que demuestra que no necesitas complicarte para disfrutar de algo delicioso, refrescante y visualmente bonito. Su textura cremosa, el contraste entre el dulzor de la leche condensada y el toque ácido del limón, y su base crujiente de galleta hacen de cada bocado un pequeño placer.
Además, su preparación sin horno la convierte en una opción ideal para quienes buscan practicidad sin renunciar al sabor. Puedes adaptarla fácilmente a diferentes dietas o presentaciones y convertirla en el centro de atención de cualquier comida o celebración.
En definitiva, esta tarta fría de limón y galleta es ese postre que siempre triunfa, conquista paladares y guarda en cada cucharada el sabor de los veranos felices.